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Revista de corresponsales: Perspectiva desde Australia: Del jardín interior al cosmos; una arquitectura con lenguaje propio
Dado que llevo cerca de una década que ejerzo como corresponsal del COAC en Sídney, Australia, y coincidiendo con la finalización de un proyecto que el año pasado fue reconocido con varios premios y publicaciones internacionales, he aprovechado esta ocasión para compartir algunas reflexiones en torno al proceso de pensamiento que me acompaña como arquitecto inmigrante con una mirada.
Este artículo no es sólo una descripción de un proyecto, sino un intento de explicar cómo se construye un lenguaje propio a partir de la experiencia, la distancia y la voluntad de experimentar con las tipologías, materiales e ideas. Desde el jardín interior de una casa adosada hasta la inmensidad conceptual del espacio exterior, cada proyecto es una oportunidad para repensar cómo vivimos, qué vemos y cómo queremos habitar el futuro
El jardín como espacio de expresión doméstica
Cuando empecé a diseñar Terrace House Mirage, no sólo quería crear una casa singular en un entorno homogéneo. Mi ambición era proponer una revisión tipológica de un modelo urbano repetido en todo el mundo: la casa adosada.
Este tipo de vivienda crece por repetición. Esto significa que, una vez identificados los problemas comunes, las soluciones también pueden ser compartidas. El proyecto propone varios ajustes tipológicos que pueden ser adaptados a contextos muy distintos.
Uno de estos ajustes es la eliminación de ángulos para potenciar la percepción del espacio. En este sentido, los espejos elevados, inspirados parcialmente en el American Bar de Adolf Loos, contribuyen a abrir visualmente los interiores.
Otro gesto fue fusionar la cocina y el comedor mediante una invisible placa de inducción, que permite cocinar sin calentar la superficie. Este sistema maximiza la eficiencia en viviendas pequeñas y promueve una convivencia más fluida.
Y por último, el rediseño de la planta baja como un jardín habitable: un patio completamente operable que, en climas cálidos, permite que la casa se abra completamente, ofreciendo una experiencia de outdoorliving inédita en este tipo de vivienda.
Pero ¿cómo podríamos adaptar esta propuesta a climas más fríos y lluviosos, como por ejemplo el del Reino Unido? Quizás habría que mirar hacia los invernaderos tradicionales. Estas estructuras podrían permitir que el jardín se viva como una extensión del interior, o que un espacio mínimo se transforme en un rincón de aire libre habitable.
Aunque me interesa mucho la arquitectura, a menudo me nutro de disciplinas menos condicionadas por presupuestos o por las exigencias de la obra construida. Un escenario de cine, una instalación artística, un traje… La moda, por ejemplo, es una industria altamente creativa. Y todo esto puede traducirse a la arquitectura si tienes el conocimiento técnico —o el deseo de adquirirlo.
Cada proyecto, en lugar de ser una repetición, se convierte en una nueva travesía de aprendizaje cuando se piensa de ese modo.
Conócete y prepárate para estar solo. Empezar un estudio puede ser una experiencia profundamente solitaria. Terrace House Mirage se gestó en su casa, durante el confinamiento, con un solo ordenador.
Cree en ti mismo y diviértete. Si yo hice este proyecto con un ordenador, tú también puedes.
Miradas múltiples en un mundo uniformizado
El lenguaje arquitectónico también se forma observando el mundo. Vivimos en una era de hiperconexión, pero esa conexión no siempre genera culturas locales. Por el contrario, tiende a borrar matices.
El resultado es una especie de aburrimiento estético global. Todo el mundo ve las mismas cosas, consulta los mismos referentes, repite los mismos códigos visuales.
The Grid parte de una preocupación por el espacio exterior: el control, la vigilancia, la contaminación orbital. El sector espacial prevé multiplicar por cinco el número de satélites en la próxima década. ¿Qué consecuencias tiene esto?
El proyecto no da respuestas claras, pero abre preguntas a través del espacio: combinas referentes de la ciencia ficción, elementos visuales inspirados en la ingravidez y una materialidad que juega con la percepción. Es una arquitectura que puede leerse en capas, como una pieza musical donde cada nueva escucha revela un detalle oculto.
Debido a este enfoque tan intencional, no puedo diseñar muchos proyectos a la vez. Priorizo la calidad, y busco siempre un reto nuevo. Ahora que The Grid ya está terminado, no sé cuál será mi próximo proyecto. Me gustaría diseñar una galería de arte, un pabellón público, un teatro... o tal vez una discoteca. Un sitio compartido, abierto a la experiencia colectiva.
Y entonces habría que hacerse otra pregunta: ¿cómo podemos hacerlo de forma sostenible? ¿Podríamos reinterpretar el espíritu de los invernaderos con materiales más resistentes, más asequibles o eficientes? De ese camino puede nacer un detalle constructivo tan funcional como poético.
El lenguaje propio del riesgo y la intuición
Tomar riesgos no debería ser la excepción en el diseño, sino la norma. No por frivolidad, sino porque el placer de experimentar forma parte esencial del proceso de creación.
Diseñar es un acto de amor. Hay que amar lo que haces, porque paradójicamente, hay mucho sufrimiento en el proceso creativo. Todo lo que necesitas es más amor y perseverancia. Hay que escucharse, confiar en la propia intuición, pero también saber escuchar las críticas: algunas te harán dudar, pero otras pueden llevarte a lugares mejores.
En los años sesenta, Superstudio ya advertía de esa tendencia con su “ContinuousMonument”. Esa crítica a la ciudad homogénea está ahora más vigente que nunca, trasladada al plan digital.
Por eso creo que hay que mirar hacia atrás. La historia nos habla con una riqueza cultural y formal infinita. Más allá de nuestro siglo, encontramos lenguajes diversos que esperan ser redescubiertos y reinterpretados.
Siempre me ha fascinado cómo las lenguas y las culturas ofrecen formas diferentes de entender el mundo. No existe una única cultura “correcta”, sino una convivencia de visiones en diálogo constante.
¿Sabías que la palabra tomate proviene del náhuatl tomatl? Este fruto, cultivado por los aztecas, es hoy universal. Como las ideas: viajan, se transforman y enriquecen.
Hacia el cosmos: arquitectura para pensar el mundo
Este lenguaje propio también puede expandirse hacia lo inesperado. Mi proyecto más reciente, The Grid, es una oficina para una empresa de satélites. A primera vista, nada tiene que ver con Terrace House Mirage. Pero comparten una misma actitud: mirar más allá del programa.
Durante mucho tiempo me preocupaba definir mi estilo. Ahora sé que no es cuestión de estética, sino de práctica. Mi “estilo” es la forma en que me acerco a cada proyecto: como si fuera un lenguaje.
Victor Olivar Alcami, arquitecto. Corresponsal del COAC en Sídney, Australia. Mayo 2025
Epílogo: inspiraciones que no son arquitectura
Las ideas no siempre vienen de donde las esperas. Os dejo algunas inspiraciones:
Maggot Brain de Funkadelic (de hecho, suena mientras escribo estas líneas)
La luz que cambia al amanecer, y cómo transforma la percepción del espacio
Desiderata, de Max Ehrmann
Octatrack de Elektron, una herramienta para componer capas sonoras
Stanley Kubrick, por su mirada visionaria
Joseph Walsh, por un mobiliario escultórico y casi imposible

